|
Ayuda. Criterios
He observado que los catálogos especializados y los de casas de subastas, aún los de mayor reputación, incluyen
con frecuencia errores. Estos se acentúan si visitamos tiendas o mercadillos, tanto físicos como a través de
internet. En consecuencia, solo se incluyen en este catálogo aquellas piezas que he verificado personalmente,
bien en mano o mediante una fotograía de calidad.
En cuanto a las atribuciones dudosas, aplico el cliterio de la navaja de Ockham, es decir: en igualdad de
condiciones, si hay dos formas de explicar el mismo hecho, la teoría más simple es la más probable. Voy a poner
un ejemplo real para ilustrar este criterio (y de paso lo afirmado en el punto anterior): en la subasta de Aureo
de octubre de 1999 (nº149) se atribuye a la ceca de Coruña una pieza inedita con una más inedita aún marca de
ensayador K, pieza que a su vez Jaime Paz incorpora a su catálogo (pa nº410). Sin embargo, tanto las leyendas,
como el tipo de letra, el castillo, el león... todo nos recuerda a la ceca de Burgos. ¿Es posible, por tanto que
se corresponda a esta última ceca y la K sea en realidad una B mal estampada, extremo a todas luces más probable?
El propio catálogo de Aureo nos da la respuesta: si observamos el anverso del lote nº57 de la ceca de Burgos,
comprobaremos que es exactamente el mismo cuño que el de la referida nº149, solo que este último desgastado por
un mayor uso, por lo que ambas monedas proceden sin la menor duda de la misma fábrica.
En general, aquellas piezas dudosa, bien porque falte parte de su inscripción o bien porque esta presente
un desgaste acusado, no las tengo en cuenta y, por tanto, no las incluyo. En caso de que por la excepcionalidad
de la pieza su incorporación sea aconsejable, hago constar expresamente este extremo.
El diámetro está expresado en milímetros y el peso en gramos. El dato que figura en los listados
es el teórico si este es conocido. En caso contrario, indico el promedio de las piezas a las que he tenido
acceso.
Para la clasificación de variantes solo tengo en cuenta las marcas (tanto principales como secundarias) y
la leyenda, si bien en algunos casos es una tarea extraordinariamente compleja por la baja calidad de las
acuñaciones de algunas series. Solo se tienen en consideración otros aspectos cuando estos son muy relevantes
como, por ejemplo, la ausencia de corona en algunas piezas de Felipe IV.
Dentro de cada apartado, las piezas se clasifican por valores, tipos generales y variedades, llevando una
codificación secuancial para su mejor identificación y referencia.
Para indicar el posicionamiento de marcas en la moneda, utilizo un criterio de escritura normal, es decir:
de izquierda a derecha y de arriba abajo. Así, los cuarteles seguirán el orden de la figura 1, si las marcas
están en los puntos cardinales, los de la figura 2, etc.
figura 1 figura 2
Así, por ejemplo, una referencia Ö/o/ /o en un dinero de Alfonso X, habrá de entenderse que tiene una
venera en el cuartel superior izquierdo, y un roel en el superior e inferior derecho. A su vez una
indicación A/4/Ö/S en una pieza de los Reyes Católcios se interpreta como A sobre el castillo, 4 a su
izquierda, venera a derecha y S debajo.
Hemos incorporado a todas las piezas un precio de mercado, cuestión en si misma muy delicada porque
ello depende de multiples cuestiones: el grado de conservación general, el aspecto, la ausencia de
imperfecciones, etc., de forma que el precio real de una moneda será ni más ni menos que lo que un comprador
esté dispuesto a pagar por ella. Por tanto, los valores aportados en esta obra han de tomarse a título meramente
orientativo aunque están basados en las transacciones públicas que hemos conocido en los últimos años. Dicha
valoración corresponde a una conservacion MBC, cuestión bastante subjetiva pero que nosotros consideramos,
aplicando el criterio usado por los profesionales de mayor prestigio como aquella en la cual las leyendas están
completas y legibles y las figuras centrales perfectamente reconocibles, aunque con un desgaste propio del uso
que puede haber borrado una parte de los detalles más precisos. Para otras conservaciones diferentes,
proponemos la siguiente escala de conversión, que suele ajustarse bastante bien a la realidad en la mayoría de
los casos:
bc bc+ mbc- mbc mbc+ ebc- ebc ebc+ sc- sc
65€ 75€ 85€ 100€ 115€ 130€ 150€ 175€ 200€ 230€
Aun a riesgo de repetirme, quiero insitir en este tema especialmente en dos puntos. Primero, es prácticamente
imposible poner de acuerdo a todo el mundo, incluso a una mayoría, sobre la conservación de una moneda que, como
hemos visto, es un factor determinante de su valor y, por tanto, de su precio. Personalmente opino que quien
quiere vender una pieza tiende a sobre estimar su conservación mientras que quien la quiere comprar actúa en el
sentido contrario. En esta obra procuramos aplicar, como se ha dicho, un criterio muy exigente, de forma que he
visto piezas descritas con una valoración ebc que nosotros consideraríamos solo mbc, circunstancia que ha de ser
tenida muy en cuenta a la hora de interpretar los precios reflejados en los listado. Asimismo, la escala de
conversión facilitada anteriormente puede ser ajustada, siempre de forma aproxima, en la mayoría de los casos,
pero no en todos, pues hay muchas circunstancias que pueden influir en ello. Por ejemplo, en monedas antiguas
incluso corrientes, las conservaciones superiores pueden presentar un precio exponencialmente más elevado debido
a su gran escasez.
El segundo aspecto a considerar es que, en general, el mercado de moneda gallega es muy limitado, tanto en
número de coleccionistas como en ejemplares conocidos de muchas piezas. Por ello, cualquier mínima perturbación
del mismo puede tener una gran repercusión en los precios. Así, es fácil que se produzca alguno de los casos
siguientes:
- Si se incorporan nuevos compradores, el precio de las piezas, en especial las más infrecuentes, tenderá a
subir, en algún caso de forma espectacular, pudiendo multiplicarse en un periodo corto de tiempo.
- Si se produce el hallazgo de un número significativo de ejemplares de una pieza determinada, de la que
previamente se conocían pocos, el precio tenderá a bajar, incluso de forma muy acusada, perdiendo la mayoría de
su valor.
Por tanto, los precios aquí recogidos no ofrecen ninguna garantía de futuro, aunque tratemos de mantenernos
actualizados en lo posible.
|