MONEDAS DE GALICIA

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Felipe IV


Introducción.


El largo reinado de Felipe IV (1621-1665) estuvo presidido, en lo económico, por el declive y ruina de la monarquía española, que tuvo su reflejo en lo monetario en las muchas devaluaciones y cambios habidos en el valor de la moneda que derivaron, ya al final de su reinado, en una reforma del sistema que ni tan siquiera perduró hasta su muerte. En lo que respecta a Galicia, destaca la dotación a la real fábrica de moneda de La Coruña de unas nuevas instalaciones precisamente como soporte a esta última reforma. Se inauguraron en 1661 en un edificio en la calle Santo Domingo, contiguo al convento, que aún se conserva.


Descripción.


Podemos dividir sus acuñaciones en tres etapas claramente diferenciadas.

Primera época. Corresponde a los años iniciales de su reinado, hasta 1626, y es una continuación de la última de su predecesor, del que copia los tipos; de hecho la única forma de diferenciar las piezas de Felipe III y Felipe IV es el año o el ordinal del monarca cuando alguno de esos datos está visible en la moneda. Todas las acuñadas en Coruña lo fueron en cobre, a martillo, sobre cospeles más pequeños que el cuño, por lo que nunca se hayan las leyendas completas. Existen piezas 8 maravedíes que responden a la siguiente descripción:


• Anverso: castillo en escudo coronado, a la izquierda venera, a la derecha VIII, alrededor sin alcanzar la corona PHILIPPVS•IIII•D•G.
• Reverso: león en escudo coronado, a la derecha fecha, a la izquierda adorno, alrededor sin alcanzar la corona HISPANIARVM•REX.


Su peso teórico es de unos 6.75 g y su diámetro 28 mm, aunque los valores reales medios suelen ser, en ambos casos, sensiblemente inferiores. Se conocen piezas acuñadas en 1625 y 1626, aunque es posible que también se realizaran el año anterior, como en otras cecas peninsulares y como se recoge en algunos de los catálogos habituales pero sin aportar imágenes de las mismas. También es posible que, por el mismo motivo, puedan existir piezas de 4 maravedíes e incluso de 2 que serían similares a las de ocho salvo por el valor y el tamaño.

Segunda época. Abarca desde la publicación de la pragmática de 27 de marzo de 1626 hasta la reforma de la de 29 de octubre 1660 y se caracteriza por las frecuentes variaciones en el valor de la moneda. Apenas se acuñan piezas nuevas y los sucesivos cambios se materializan en muchos casos en el resello de la moneda en curso para modificar su valor. A continuación se hace una descripción de las disposiciones que suponen la intervención de las cecas sobre las monedas (acuñaciones, reacuñaciones o resellos), sin detenernos en las otras muchas que solo afectan al valor libratorio de las mismas, pero sin cambios físicos sobre ellas.


           
		         anversos                                     reverso

Primera serie. Los primeros resellos son de 1636, al amparo de la pragmática de 12 de marzo, y su objeto era triplicar el valor previo de las mismas que a su vez se habían reducido a la mitad en 1628. Tienen aproximadamente 10 mm y hay dos valores, de 6 y 12 maravedíes. Su tipo es común a los dos: en anverso el nominal en números romanos (VI y XII), encima un punto y debajo venera entre otros dos puntos; en el reverso el año, encima corona y debajo punto. Hay una variante en la cual la venera tiene dos puntitos más pequeños a los lados. Esta disposición parece que se aplicó hasta el 28 de enero de 1638, fecha en la que se manda retirar toda la que aún no haya sido resellada.


          
		                          anversos
                      
		                          reversos

Segunda serie. Los siguientes resellos se producen entre 1641 y el 31 de agosto de 1642, momento en el que se publica otra pragmática que viene a cambiar de nuevo el valor de las monedas. Afectan solo a las piezas que no lo habían sido por la disposición de 1636 de la forma siguiente: inicialmente, por disposición de 11 de febrero de 1641 se estableció el valor de 8 maravedíes para devolverles su valor original, excluyendo expresamente las del ingenio de Segovia. Ante la confusión que se generó, inmediatamente se amplió la medida, por Cédula de 22 de octubre, de forma que las de 4 del ingenio valieran 6 y las de 8 subieron a 12. Su diámetro aproximado es de 8, 10 y 12 mm. Igual que en la serie anterior, su tipo es común y similar al de 1636, es decir: en el anverso el nominal en números romanos (VI, VIII y XII), encima un punto y debajo venera entre otros dos puntos, todo ello en un círculo; en el reverso año, encima corona y debajo punto, también en un círculo.


                      
		            anverso                     reverso

Tercera serie. Amparada en la pragmática de 11 de noviembre de 1651 y de efímera duración hasta su anulación por la subsiguiente de 21 de junio de 1652. Por una parte, se dispone resellar toda la moneda acuñada con posterioridad a 1597 para devolverlas al valor que tenían al principio de su reinado, por lo que existen valores de 4 y 8 maravedíes. Sin embargo, de Coruña solamente los conozco de 1652 de las de a ocho, por lo que no puedo asegurar con certeza que se acuñasen de 4. Aquella tiene unos 13 mm de diámetro, en el anverso presenta un 8 en una cartela ovalada y orlada con una venera debajo y rodeando todo un círculo de puntos, en el reverso el año en cartela ovalada rematada en corona y una venera debajo, todo rodeado de un círculo de puntos.

Por otra parte, en esta misma disposición se establece la acuñación de moneda nueva de 2 maravedíes, ante su manifiesta escasez. Existe una pieza de estas características con una marca de ceca que aunque extraña puede identificarse como una venera y por tanto correspondiente a la ceca de La Coruña. Aunque no posee leyendas exteriores ni fecha, parece que corresponde a dicha disposición. El peso teórico es de 1,69 g, su diámetro de 13 mm y responde a la siguiente descripción: anverso castillo, a la izquierda venera, a la derecha II, todo en orla de puntos; reverso león en círculo.


                      
		                          anversos                     
                      
		                          reversos

Cuarta serie. Por la pragmática de 14 de noviembre de 1652 se manda retirar toda la moneda antigua anterior a 1597. Sin embargo, el 21 de Octubre de 1654 se vuelven a poner en circulación, resellándolas para darle validez: un ocho las piezas mayores y un cuatro las menores. Ambos son semicirculares, de unos 13 mm de diámetro y responden a la siguiente descripción: anverso, valor en números romanos (IIII y VIII) entre cruces, encima venera, cerrando el semicírculo un arco de puntos y una línea recta; el reverso igual cambiando el valor por el año.


             
	    anverso                                       reverso

Quinta serie. Cierran este ciclo las emisiones de 1658 y 1659. Según la disposición de 24 de septiembre de 1658, realmente deberían tratarse de reacuñaciones, empleando las monedas ya en circulación para su estampación y por ello se diseñaron cuños completos que abarcasen todo el cospel. Pero lo cierto es que, por la irregularidad de las piezas y el descuido con en el que se realizaron, en la inmensa mayoría de los casos no pasan de ser un resello más. Las hay de 4 y 2 maravedíes, de 28 y 20 mm respectivamente, con el objeto de reducir su valor a la mitad, de forma que volvieran a valer lo mismo que al inicio del reinado de Felipe III. Aunque, de momento, personalmente de Coruña solo conozco piezas de 4 maravedíes, el diseño sería común: anverso PHILIPPVS en monograma, una venera a cada lado, encima corona, debajo valor en números romanos (II y IIII), todo en una orla de ocho lóbulos apuntada rodeada por un círculo de espiguilla; reverso REX en monograma, a los lados cruces, encima corona, debajo fecha, todo en una orla de ocho lóbulos apuntada rodeada por un círculo de espiguilla.


 

En el cuadro adjunto he tratado de sistematizar todos los resellos teóricamente posibles (incluyendo los de su antecesor) aunque, por el caos normativo que se produjo a lo largo de estos años, es posible que el mismo contenga alguna inexactitud. En las filas se indican los años y los distintos valores de los resellos, en columna las monedas, desde los Reyes Católicos, sobre las que, en principio, podrían encontrarse. Dicho cuadro es el general resultante de las distintas disposiciones reales aunque de momento, como queda dicho, no he conseguido localizar todos los posibles casos para la ceca de Coruña. Asimismo, puntualmente se encuentra algún resello sobre piezas más antiguas o no contempladas en las normas, estas últimas posiblemente como consecuencia de errores producidos por el gran volumen de piezas manipuladas. Las más frecuentes son las de Navarra, habiéndolos incluso sobre monedas extranjeras o medievales.

Tercera época. Para poner fin a los males causados por la moneda de cobre puro y los continuos cambios de su valor, el 29 de octubre de 1660 se dispone mediante pragmática la acuñada a molino de una moneda nueva de vellón rico con liga de plata, con una ley de 200 milésimas. Sin embargo, su valor real superaba con mucho el intrínseco, lo que provocó la introducción de una gran cantidad de moneda falsa, por lo que el 14 de octubre del año 1664 se procede al cese de dicha emisión y a la devaluación de lo acuñado hasta la fecha.

Si bien algunas de las falsificaciones son burdas y de cobre puro, otras lo son de buena ley y factura, tanto que resulta muy difícil diferenciarlas de las legítimas. Por ello, en el catálogo se clasifican todas las variantes localizadas sin distinción entre unas u otras, incluyendo aquellas que son muy obvias y de baja calidad, ya que pueden corresponder a copias de un original de iguales características.

Se acuñaron monedas de 16, 8, 4 y 2 maravedíes, las mayores de 4,51 gramos y el resto en proporción y con un diámetro aproximado de 25, 21, 18 y 15 mm respectivamente. Aunque con una serie de variantes y excepciones que describiré más adelante, el tipo es común a todas ellas y básicamente corresponde a la siguiente descripción:


• Anverso: busto del rey con ventimenta rayada a derecha en un círculo, alrededor PHILIPPVS IIII D G.
• Reverso: escudo coronado, marca de ceca, R (inicial del ensayador) y valor, alrededor HISPANIARVM REX.


Inicialmente la fecha se puso en la parte superior de la leyenda del anverso, sobre el busto del monarca. Posteriormente, se traslada al reverso sobre la corona, siendo su ubicación definitiva la parte final de la leyenda, sin alcanzar la corona. Existe una pieza sin datar, número 60.01 del catálogo; Paz señala que podría tratarse de una prueba (pa490) si bien en nuestra opinión este hecho puede deberse más bien a un error al elegir los cuños en el periodo de traslación de la fecha del anverso al reverso.

La inicial R del ensayador aparece siempre a la izquierda del escudo. La marca de la ceca se sitúa en un primer momento debajo del escudo, en las piezas de 8 y 16 maravedíes, o a su derecha, en las piezas de 4. Pero rápidamente se traslada también a la izquierda, acompañando a la marca del ensayador, y situándose bajo ella.

El valor siempre va a la derecha del escudo del reverso, salvo las primeras acuñaciones de 4 maravedíes, en las que se sitúa bajo el castillo. Se expresa en numeración arábiga en las piezas de 16 maravedíes mientras las restantes tienen caracteres romanos (VIII, IIII, II), salvo un ejemplar de 8 maravedíes (73.82). Asimismo, hay una pieza de 8 maravedíes de 1664, posiblemente falsa de época, que no tiene la marca de valor; está identificada en el catálogo como número 78.72.

El escudo varía según el valor pues en la pieza de 2 presenta un león, en la de 4 un castillo, en la de 8 castillos y leones cuartelados y en la de 16 las armas reales al completo. Una vez más las primeras piezas de 4 maravedies son la excepción, pues omiten el escudo coronado dejando tan solo el castillo como motivo central.

Hay dos tipos básicos de corona: la cerrada y la abierta, que se identifican en el catálogo tras la leyenda como "c" y "a" respectivamente. En la primera, la corona está rematada en su parte superior por un arco adornado o no, sencillo o doble, que abarca de extremo a extremo de la misma. Por su parte, el segundo tipo carece de dicho adorno adicional. Todas las piezas de 16 maravedíes presentan corona cerrada, de ocho se encuentran de ambos tipos, de 4 son todas abiertas salvo una y todas las de 2 son abiertas.

La leyenda del anverso rodea completamente el busto del rey. Por el contrario, en el reverso está interrumpida por la corona del escudo, salvo las primeras emisiones de los valores de 8, 4 y 2 maravedíes.

Inicialmente se acuñaron algunas piezas a martillo (posiblemente en la ceca vieja mientras no estaba operativa la nueva). De momento, solo conozco las de 8 maravedíes de 1661, identificadas con el número 70 del catálogo, cuyo tipo es similar al general posterior, aunque con ligeras diferencias de las que podemos destacar las siguientes:


• El busto del rey no porta la vestimenta rayada que va a caracterizar las acuñaciones posteriores de esta ceca.
• El escudo del reverso está rodeado de un círculo.


Estas acuñaciones a martillo, que contravenían lo dispuesto en la norma, se prohibieron definitivamente el 30 de octubre de 1661, por lo que la mayoría de las piezas se hicieron a molino, tal como establecía la pragmática, sobre cospeles redondos.

Como ya se ha dicho anteriormente, hay dos piezas, de 4 maravedíes de 1661 y 1662, cuyo reverso rompe con muchas de las normas comunes, en particular:


• El castillo no está inscrito en un escudo y, por tanto, tampoco presenta ningún tipo de corona.
• La marca de valor no está a la derecha, sino bajo el castillo y su lugar es ocupado por la marca de ceca, caso único en toda la serie.


Además de las anteriores, las variantes principales vienen dadas por:

• La separación en las leyendas. Cuando la hay, esta puede consistir en un punto (·), habitual en las primeras emisiones; una aspa grande (+), la más frecuente; o una pequeña cruz (x), presente en los primeros años y que posteriormente se sustituye por un punto partido por un cruz (ø) o una especie de cruz patada o rosetón formado por cuatro pequeños brazos (æ). Entre paréntesis indicamos su identificación en el catálogo, aunque hay una gran variedad que en muchos casos dificulta su clasificación.
• Presencia, en alguna de las caras o en ambas, de caracteres invertidos en las leyendas, especialmente la S, la N y el 4.
• Hay piezas en cuya leyenda se duplica u omite alguna letra, presumiblemente por error. Asimismo, hay piezas de 4 maravedíes en las cuales la leyenda del reverso figura abreviada según la fórmula HISPANIA REX.
• En las piezas mayores, el valor (16) puede estar acotado o no entre dos puntos. Asimismo, pueden figurar puntos sobre el ensayador y bajo la ceca. Estos puntos acompañando al valor o las marcas del ensayador y ceca pueden aparecer también ocasionalmente en algunas de las piezas menores.


                                  


Hay que señalar que la pieza de 8 maravedíes de 1661 a molino se fabricó reutilizando un cuño modificado de la ceca de Madrid de tal forma que en algunas piezas aún se observa la marca del ensayador Y del cuño original sobre la R del ensayador coruñés. Asimismo, hay algunas monedas más, identificadas como 66, 76 y 86 en el catálogo, cuya fecha está rectificada sobre un cuño de otro año.

Además de las anteriores, hay infinidad de variantes de estilo en cuanto a la forma de los bustos, escudos y coronas, cuestión que simplemente se pone de manifiesto sin entrar en mayor profundidad.

Por último, he de señalar que he visto piezas en las que se identifica, con mayor o menor dificultad, resellos anacrónicos, principalmente de 1652. Se me ocurren dos explicaciones: la primera es que se traten de piezas anteriores que por error o por ahorro fueron reutilizadas en la ceca oficial, con lo que mayoritariamente incumplirían la obligación de incluir una parte de plata. La segunda sería que los falsificadores, que como ya hemos dicho fueron numerosos, utilizaran monedas de emisiones anteriores, de mucho menor valor, como cospel para sus acuñaciones fraudulentas.



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