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Mondariz - Meneses
Introducción.
Tal como indicamos en la sección de Mondariz, recogemos aquí la información disponible
sobre la amplia serie de la M gótica con rayos, atribuida incorrectamente por Paz a esta localidad. Esta marca era la
identificación de la casa Plata Meneses y, por tanto, no guarda relación directa con Mondariz.
Las fichas acuñadas por aquella descritas por Paz en su obra corresponden integramente con las publicadas por la platería
en su catálogo de productos para su venta a bares y casinos, por lo tanto hay que descartar totalmente que estas piezas
correspondan a Mondariz, al menos con carácter exclusivo.
Dada la amplitud de piezas que componen la serie, así como sus múltiples resellos, no descartamos la posibilidad de que
alguna de ellas fuera usada en Mondariz, bien con carácter genérico o exclusivo, pero es una opción difícil de sostener
al no disponer de pruebas concluyentes.
En cualquier caso, las mantenemos dentro del apartado de varia incluyendo la información que tenemos sobres sus tipos.
Descripción.
Podemos situar las emisiones en el primer tercio del siglo XX y están realizadas en
alpaca. El denominador común es la presencia en una de sus caras de la marca de fábrica de Plata Meneses, consistente en
un M gótica dentro de un sol cuyos rayos forman un cuadrado.
He localizado hasta la fecha 7 tipos diferentes de M y en algunos casos incluso hay
variantes en los rayos que las rodean, tal como se indica a continuación:
1. La M está cerrada y dividida internamente en ocho secciones.
2. Se diferencia del anterior en que dos de las senciones inferiores están abiertas. Presenta multitud de variantes en
sus rayos. Es, con diferencia, el tipo más frecuente.
3. No tiene divisiones interiores y la base de las patas está orientada hacia la derecha.
4. Aunque se encuentra en varias imágenes publicadas, en realidad no existe, siendo una incorrecta interpretación del
anterior, que al estar girado 180º produce su imagen especular.
5. Tiene un diseño mucho más sencillo.
6. Letra abierta simple con variantes en la distribución de los rayos. Una de ellas (b) presenta la peculiaridad de
ser el único caso en que su número es inferior a los 48 habituales.
7. Similar al tipo 3 pero con un diseño más recargado. Solo lo hemos visto en las monedas de 5 pesetas.
8. Dibujo en bajorrelieve parecido al anterior, únicamente presente en una serie que describimos más adelante.
En la mayoría de los casos, el reverso está formado por el valor en dos líneas, en la primera la cifra y en la segunda la
divisa. También presenta múltiples variantes, en la imagen superior se incluye un ejemplo de cada tipo marcándolas con
una inicial para identificarlas mejor. Esta misma marca se emplea también para su clasificación en el listado. Los
aspectos más destacables son:
- Los números pueden ser grandes y ocupar la mayoría del campo (G), o muchos más pequeños y proporcionados al tipo de
las letras (P).
- Suelen ser lisos, pero en algunos casos son sólo perfilados y con un relleno granulado (L). Todos los de este grupo
pertenecer, además, al (G).
- A veces están acotados por puntos o estrellas bien de 5 o de 6 puntas. En el listado se identifican respectivamente
con (·), (5) y (6).
- El arco formado por las letras puede ser muy abierto, casi horizontal y situado en la zona inferior del campo (B);
más cerrado y en una posición algo centrada (M); o bien concéntrico con la orla de puntos (A). Existe también un
ejemplar que presenta el valor dispuesto horizontalmente en el centro del campo (H).
- También pueden estar acotadas por puntos (·) o sin acotas.
No hay una correlación entre unos tipos concretos de anverso y reverso, por lo que estas múltiples variantes no parecen
diferenciar emisiones distintas, sino más bien una evolución en el tiempo y un cierto gusto por la variación. Esta
afirmación parece confirmarse por el hecho de que existen piezas cuyos reversos proceden de un mismo cuño pero con
anversos diferentes, véanse por ejemplo las piezas 56.11 y 56.25 del listado.
Las diferencias de tipologia también pueden deberse, en ciertos casos, a la procedencia de las piezas de diversos
talleres. Así, el reverso de la 46.21 del listado es idéntico al de la pieza de 2 pesetas del Casino Kursal de Valencia,
sin duda salidas ambas de la misma fábrica.
Como queda dicho, el mayor número de piezas corresponden al tipo habitual pero ello no quiere decir que se trate de una
serie única, al contrario, todo parece indicar que en realidad se produjeron varias a lo largo de los años pero, aunque
en algunos casos es sencillo correlacionar un par de piezas, me ha resultado imposible de momento formular una hipótesis
coherente para tratar de clasificarlas en su conjunto.
Además de este primer tipo descrito hasta aquí, hay otros que presentan diferencias con este, tal como se indica a
continuación:
- Una serie presenta la peculiaridad de indicar el valor en letra.
- Otra es similar a la anterior, si bien presenta el valor en letra en el anverso sustituyendo al sol del tipo normal.
- Hay una que presenta como característica que la M y en sol están en bajorrelieve y el valor está formado por varios
resellos. Aunque, con diversas variantes, solo conozco piezas con el valor 2, presumiblemente pesetas, aunque este último
dato no consta en la moneda.
- El siguiente tipo está representado por un único ejemplar que se diferencia del normal en dos aspectos: primero, que el
valor está en decimales (0'50) y, segundo, que no muestra la únidad, por lo que habrá que suponer que se trate de una
pieza de 50 céntimos.
- El último modelo, también con un único ejemplar, se distingue del habitual en que el reverso no contiene el valor,
únicamente el círculo de puntos.
La mayoría de las piezas tienen el canto liso, hasta el momento solo he encontrado una moneda de dos pesetas y alguna de
una peseta que lo presentan estriado. Se identifican en el catálogo con la marca (CE). Adicionalmente, una de ellas, la
56.90 tiene también, como peculiaridad añadida, una tonalidad mucho más brillante que las demás, como si hubiera sido
cromada.
En ese punto es interesante hacer una reflexión sobre las piezas denominadas en reales. Aparentemente son de las más
antiguas, si no las primeras, pero suponen un anacronismo con respecto a la moneda nacional, que hacía años había
sustituido dicho patrón en favor de la peseta. Además las monedas de 1 y 2 reales coinciden en peso y diámetro con las de
1 y 2 pesetas. Por último, no podemos descartar que algunas de las piezas divisionarias (tanto las que contienen la
indicación "centimo" como las que no) correspondan a fracciones de reales.
Mención especial merecen los resellos, tan frecuentes sobre estas monedas que están presentes en más de un tercio de las
piezas catalogadas. Es más, algunas, de las que se conservan varios ejemplares, no se conocen sin ellos. Por tanto, lo
más probable es que se trate de una forma de personalización de las monedas por parte de diversos establecimientos.
Existen más de una veintena de tipos diferentes de los cuales los más habituales son letras, presumiblemente iniciales,
aunque también hay otros motivos como un & o dos leones afrontados. He encontrado pruebas que demuestran fehacientemente
que al menos una importante parte de los mismos fue realizada en la propia ceca en la que se acuñaron las piezas, aunque
no podemos afirman taxativamente nada respecto a su finalidad concreta.
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